Entendemos por depresión por el hecho de sentirnos tristes, infelices, abatidos, preocupados, que nada nos sale bien. ¿te ha pasado algo así?
Creo que todos hemos pasado por momentos de depresión, pero no todos han podido salir de ellos lo más rápido posible.
¿A qué se debe esto? Básicamente a las circunstancias que te rodean y las decisiones que tomas.
Los que sufren de depresión no siempre están tristes, pero sienten con frecuencia que tienen un gran vacío, algo que no les hace moverse, ese vacío debería estar lleno de una emoción.
Muy seguramente se sientan sin esperanzas e impotentes frente a las circunstancias de su vida. Lo que era divertido… ya no lo es, ya no disfrutan igual la comida, los amigos, las aficiones, la energía simple y sencillamente se va lleno hacia abajo.
Los dolores y las molestias se sienten más profundamente, la concentración disminuye y se sienten tensos, avergonzados y muy solos.
Los consejos que se les suelen dar son: ¡haz ejercicio!, pero no tienen ganas, ¡duerme bien! Pero tienen insomnio, ¡diviértete con los amigos! Pero ni ganas de salir ni estar con nadie…
¿Entonces?
Si explicamos la depresión desde las neurociencias, podríamos decir que el cerebro está estancado, que no conecta adecuadamente varios circuitos, como son los circuitos de la preocupación y del hábito, el de toma de decisiones y el del dolor, el del sueño, la memoria, el humor, y muchos más.
La depresión tiene que ver con el ajuste de todos estos circuitos cerebrales y sus interacciones con el mundo y entre sí.
Te lo voy a repetir: básicamente a las circunstancias que te rodean y las decisiones que tomas.
Entonces para salir de la depresión es necesario realizar cambios vitales positivos que provocaran cambios neurológicos positivos.
Cualquier acción por pequeña que sea puede ser justo el empujón que tu cerebro necesita para dejar atrás un estado depresivo.
Te invito a saber más de este tema en el post que te comparto, con nuestro invitado Osvaldo Morán. Estoy segura que podrás sacar mucho provecho a esta plática.
Yo soy Luisa Isabel, sembradora de paz.
