Nadie nos ha enseñado a leer e integrar las emociones en nuestra vida diaria. En la gestión de las emociones normalmente el énfasis se pone en la contención y el autocontrol que a la expresión libre de los sentimientos. La adecuada gestión de las emociones es importante para el buen funcionamiento del organismo. Bloquearlas provoca una gran alteración e incluso patologías.
Louise Hay, escritora y precursora del movimiento del nuevo pensamiento, decía “Tus pensamientos crean tu realidad” y es que el lenguaje es muy poderoso, las palabras y los pensamientos tienen un gran impacto en el bienestar tanto físico como emocional.
La importancia del pensamiento positivo
Por eso es necesario reeducar tu forma de pensar y de hablar con la práctica de pautas positivas. Sería una buena práctica cambiar tu diálogo interno y convertirlo en afirmaciones positivas. Estas afirmaciones positivas tienen una frecuencia vibratoria alta. Por el contrario, las negativas, tienen una baja frecuencia.
Si de cualquier manera vas a pensar… ¡elige pensamientos positivos!
Louise Hay sugería que primero tienes que reconocer las emociones que te afectan y después trabajar con una afirmación.
¿Qué son las afirmaciones positivas?
Son frases que repetidas de manera consecutiva quedan grabadas en el subconsciente y cambian la forma de pensar. Tienen como objetivo sustituir los pensamientos negativos (esos que te limitan y no te dejan avanzar) por otros positivos que te hagan sentir mejor y ser más optimista.
Cuando empiezas a tomar consciencia de que tú has generado las circunstancias de tu vida, surgen papá y mamá como los principales formadores de las creencias que tienes. Y muchas de las veces se cae en empezar a culpar.
Lo primero que tenemos que hacer al reconocer las cosas que causan un problema, es necesario dejar de culpar y tomar la responsabilidad de las propias creencias. Identificar qué estás sintiendo, cómo se llama eso que sientes.
Es hacer un alto y empezar a hacerte consciente de lo que piensas, de lo que sientes, de lo que haces, de lo que actúas. Darte cuenta de que estás acostumbrado a no hacer contacto con tus emociones, que de alguna manera vives con una dislexia emocional.
Muchas de las veces, no sabes qué hacer con ellas. Pasárselas al vecino, al psicólogo, al terapeuta, porque no tienes la capacidad de saber si eso que sientes es bueno o es malo.
Nuestra invitada del día de hoy, María Cristina Ballesteros, nos invita a entender más sobre este tema con el enfoque de Louise Hay, para que puedes entender mejor qué son las emociones y como gestionarlas de manera asertiva.
Te invito a escucharnos.
Yo soy Luisa Isabel, Sembradora de paz y consciencia.
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