¿Habías oído hablar alguna vez de la existencia de los parásitos mentales cotidianos? En verdad que estamos rodeados de un montón de estos “bichos”, pero identificar los mentales se vuelve una actividad que se debe practicar día a día.
Empezaremos definiendo esto de “parásito”, se dice de aquel que se alimenta de las sustancias de otro cuerpo que no es el suyo y no aporta ningún beneficio, un parásito mental a aquello que “vive en tu cabeza”, te “absorbe energía” y “se hace más grande con el tiempo” puesto que lo alimentas día a día.
Al hablar de estos parásitos mentales cotidianos, en la mayor parte de los casos, se refiere a los pensamientos, normalmente negativos, que no están cimentados con la realidad, sino que tú los vas creando y cultivando en tu mente conforme transcurren los días.
Identificarlos y cambiarlos depende exclusivamente de ti y tu voluntad. No eres víctima sino co-creador de la realidad que habitas, y mucha de tu realidad ha sido creada con este tipo de pensamientos. Por lo que cuidar lo que dices se vuelve fundamental.
Recuerda que el cerebro no admite bromas, es literal, así que, aunque tu pienses algo negativo como jugando, el cerebro lo tomará textual y lo ejecutará, pero esto no queda ahí, sino que además toda la energía negativa que se desprende, detona dentro del organismo la producción de una serie de sustancias químicas y reacciones físicas que tendrán que ir a parar a algún lado. Se alojará en algunos de tus órganos y esto tarde que temprano acabará enfermándote.
Los parásitos se generan a partir de dos sentimientos principales amor-odio que después se descomponen una infinidad de sentimientos que, aunque sean ligeramente negativos, acabarían minando tu energía y dañando físicamente.
Te invito a escuchar este post, en el que mi invitada la Doctora en Educación Enedina García nos conduce de manera divertida por el laberinto que recorren estos parásitos desde que nacen hasta que logran llegar a hospedarse a su hogar definitivo.
Podrás darte cuenta de cómo van evolucionando conforme vamos avanzando en nuestra negatividad cotidiana.
Entre los parásitos cotidianos que Enedina nos menciona son:
“Ya se me hizo tarde”
“La decidia”
“Me engaña con otra”
“Todo me sale mal”
Escucha también las soluciones que nos ofrece.
Espero lo disfrutes.
Yo soy Luisa Isabel, Sembradora de paz y consciencia
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