Es muy común confundir el mal carácter con un carácter fuerte. Sin embargo, no son lo mismo y aquí hablaremos de ello. El carácter es el resultado de la contienda personal que cada uno libra consigo mismo y de la que dependerá mucho la forma de vivir.
¿Qué es carácter?
El carácter es una parte de la personalidad que se ha adquirido a través del tiempo debido a influencias culturales, sociales y psicológicas, creando principios a los cuales la persona les es fiel. Tener temple te permite obedecer la voz de la consciencia bien formada, o la ausencia de influencia frente al criterio y el qué dirán de los otros.
Tener carácter no significa gritar, ni levantar la voz. Mucho menos enojarse o rendirse frente a las adversidades. Témplate parte tener claros tus ideales y principios que rigen tu vida. Y por supuesto, obra acorde a ellos.
Tener valores, realizar actos positivos, y arraigar virtudes inevitablemente nos conducirán a la formación de tu personalidad. Dicho de otra manera, esforzarse es saber cómo eres, cómo te gustaría ser y como deberías de ser te conduce a formar el genio en ti.
Además del tiempo que te toque vivir. Cada época tiene sus métodos de cultivo personal, su manera propia de forjar el carácter.
Muchas personas se enfocan en adquirir carácter en función de un viaje por el mundo exterior y por el éxito logrado. Se piensa que si se presta un servicio que impacte al mundo, se forma una compañía exitosa o se hace algo por la comunidad en la que se habita, ya se tiene carácter.
Sin embargo, hay otra forma. Un recorrido diferente, por el mundo interior. Confrontarse consigo mismo, reconocer las grandezas, pero también las imperfecciones, las debilidades y los talentos.
Llevar una la lucha interna contra las debilidades se vuelve el drama central de una existencia. Volverse fuerte en donde se es débil es una lucha que significa esfuerzo, tanto como el realizado para lograr el éxito en el exterior. Todo esto forja tu personalidad.
Todos tenemos la responsabilidad moral de ser cada día más éticos. Cuando lo aceptamos, nos damos cuenta de que el carácter no es innato ni automático. Tiene que ser forjado con esfuerzo y creatividad.
Temperamento y carácter
El carácter está muy relacionado con el temperamento, pero no son lo mismo.El temperamento es la parte que abarca los patrones de conducta heredados. El temperamento es la parte biológica e instintiva de la personalidad.
La primera y más antigua clasificación de temperamentos fue la de Hipócrates hacia el 460 a. C. En ella se distinguían 4 tipos de temperamentos:
Sanguíneos: las personas con un humor muy variable.
Melancólicos: personas tristes y soñadoras.
Coléricos: personas con una voluntad fuerte y unos sentimientos impulsivos.
Flemáticos: los que se demoran en tomar decisiones y suelen ser apáticas.
Pero los temperamentos ya será otro tema, mientras tanto espero que esta información te sirva para empezar a forjar tu carácter de manera eficiente y saludable.
¡Deseo que tu despertar de consciencia se de todos los días!
Yo soy, Luisa Isabel Sembradora de paz y consciencia.
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