Todos alguna vez hemos oído hablar del karma, y cómo casi siempre nos pasa, creemos entender a qué nos estamos refiriendo.
Es muy frecuente que la palabra karma la asociemos con “castigo” …
Más de una vez he escuchado a alguien decir… “es su karma” … connotando algo negativo y desagradable en la vida de esa persona a la que se está haciendo referencia, oír la palabra karma en realidad nos da miedo… pienso…
Pero esto no es así, karma podía traducirse como “consecuencia”. El karma no es más que la consecuencia de nuestros actos, aquello en lo que hemos puesto nuestra voluntad generará una consecuencia que tarde que temprano nos alcanzará.
Tal vez el problema principal para entender el karma radica en esa “desconexión” entre la causa y el efecto. Dicha desconexión se debe en parte al tiempo.
Si pudiéramos darnos cuenta inmediata de la consecuencia de nuestros actos muy seguramente podríamos suprimir los negativos más rápidamente y darle mucho mayor fuerza a los positivos. ¿Quién no quiere dejar de lado los castigos y recibir los premios? Dolor y placer diría Sigmund Freud.
Pero desafortunadamente, los lapsos de tiempo nos impiden conectar con esta ley de una mejor manera y nos impide darnos cuenta de que no somos títeres de Dios ni víctimas de los humanos que nos rodean.
Si a esto le aunamos los principios de la física cuántica que avalan la existencia del universo subatómico, compuesto básicamente de energía, y que esta energía no se pierde, entonces, cada acto genera una energía que se quedará “colgando”, por decirlo de alguna manera, en el campo energético hasta que el paquete cuántico informacional se complete y sea posible colapsar el resultado o el efecto… y aunque a veces puede ocurrir en unos cuantos días, también puede ser posible que esto ocurra en varios años o incluso en otras vidas, si en vidas pasadas crees.
Te invito a que veas el video completo referente a este tema en donde hay una explicación más amplia de todo lo que ahora te comento.
Si, tienes un karma, como cada uno de nosotros. Pero en ti está tener un karma favorable o desfavorable.
Si apenas ahora estás siendo consciente de este concepto, entonces ocupase en empezar a generar un karma futuro positivo, pues tienes que recordar que tarde que temprano ese karma volverá a ti, tal como lo hace un boomerang al ser lanzado.
Yo soy Luisa Isabel Vélez, Sembradora de paz.
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