Muchas veces deseas tener un cuerpo ideal, pero olvidas hacerlo de manera saludable. Tal es el caso, que no importa lo que se tenga que hacer con tal de ver en el espejo ese cuerpo ideal, aún a costa de la propia salud. Ser saludable parece pasar a segundo término, en favor de lo estético.
Tu cuerpo tu templo
El cuerpo es el primer hogar. Es el vehículo que te ayuda a expresarte en el mundo que habitas. Sin embargo, muchas veces es tratado como un objeto, algo que pareciera serte totalmente ajeno.
Si tu figura no luce de la manera que te gustaría verlo entonces puedes ser capaz de iniciar una guerra en su contra, no viviendo feliz en él y sometiéndolo a dietas, ejercicios y cirugías que pueden conducirlo sin saber, a grandes riesgos en tu salud tanto física como mental.
Es importante empezar por poder decir que tú no tienes un cuerpo. Tú eres tu cuerpo. No puedes existir sin él, él no puede existir sin ti. El problema comienza cuando caes en una extrema preocupación por el peso, la alimentación y la forma corporal.
Someterse a dietas extremas y ejercicios extenuantes puede deberse en parte a un pobre concepto sobre ti mismo y una profunda falta de confianza en la validez y fiabilidad de tus sentimientos, actitudes y forma de pensar, que te hacen creer que tu peso y tu forma física son de extrema importancia para juzgar tu valía.
Comer o no comer, esa es la cuestión
Muchas son las dietas que existen hoy en día, de todos los tipos habidos y por haber. Hay en las que consumes solo proteína, otras ricas en grasas, otras bajas en carbohidratos. Pero lo cierto es que se necesita consumir de manera balanceada todos los nutrientes que el cuerpo necesita.
Todo lo puedes comer, pero debes hacer elecciones inteligentes. Debes de saber qué es lo que te conviene más, pero además tienes que saber si padeces hambre emocional, o si sufres de trastorno por atracón, o si comes en exceso por las privaciones llevadas durante largos periodos de tiempo.
Cualquiera que sea la situación lo importante es aprender a comer las porciones adecuadas de alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales.
Definitivamente cuando educas tu mente, puedes educar a tu apetito a preferir alimentos saludables sobre los dulces, panes, golosinas y alimentos procesados que son ricos en sabor pero pobres en nutrientes.
El fracaso no puede llegar si aprendes a conocer cuáles son las emociones que te detonan a comer las cosas que a la larga no solo aumentarán tu peso, sino que además dañarán tu salud y por supuesto, tu autoestima.
Buscar el equilibrio en todos los aspectos es fundamental, y eso incluye de manera obvia la alimentación, ni los excesos ni las restricciones son recomendables. Te invito a escuchar la charla que sostuve con mi invitada Arcelia Valadez experta en este tema en el podcast de Spotify o en mi canal de YouTube.
Y, sobre todo, enfócate en tener una alimentación balanceada, que incluya todos los grupos de alimentos.
Yo soy, Luisa Isabel, Sembradora de paz y consciencia.
cuerpo ideal
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